Las Panteras no son habituales de la fauna tucumana. No es común encontrarse con estos ejemplares que sorprenden por sus características: algunos se enamoran por la majestuosidad que imponen; otros se asustan por las garras y los colmillos que presentan. Ni hablar del rugido. Luego de ocho años se reencontraron ejemplares de este tipo en la provincia. Muchas son de otros sitios del país, pero una de ellas es autóctona. Algo que llenó de orgullo a los miles de tucumanos que se reunieron en Villa Luján para verlas el acción. Pero, vamos por partes…

¿El marco? Colmado. Miles de comprovincianos asistieron para alentar a Las Panteras “albicelestes”. ¿Una rareza? Sí, pero en la naturaleza todo es posible. Y en el deporte también. Los aplausos, los cánticos y el apoyo fue una constante en toda la jornada. Tucumán fue una plaza que presentó el ambiente necesario para alojarlas. El calor del público permitió superar el frío del bioma, que hospedó el enfrentamiento contra las “Reinas del Caribe”.

Las dominicanas presentaron un equipo alternativo -las titulares participaron en París 2024 y fueron eliminadas por Brasil en cuartos de final-, que se desinflaron con el pasar de los puntos. Sí. Fueron las primeras en festejar, aunque, una vez que fueron superadas, no pudieron revertir el resultado y cayeron 3-0. Pero, ¿cuáles fueron las cualidades que mostraron Las Panteras para quedarse con el triunfo?

El sigilo de Daniela Bulaich fue la primera causa para encaminar el triunfo. La punta receptora se convirtió en la líder de la remontada en el primer set. Apareció en el momento justo con una seguidilla de saques efectivos, lo que se convirtió en el envión necesario para Las Panteras. ¿Sufrieron? Un poco. Ellas mismas fueron el principal adversario a superar. Al punto de que, si se mantuvo la paridad, fue por los errores propios tanto en ataque como en la salida. Pero, la tendencia fue rápidamente subsanada y encaminaron la victoria. Así ganaron el primer set por una diferencia de cinco puntos (25-20).

DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA

Tampoco pueden pasarse por alto los reflejos de Agostina Pelozo. La líbero se estiró y se lanzó al piso para evitar que aquellas pelotas peligrosas terminen en puntos. Fue el as de la defensa y completó una tarea esencial para mantener el resultado.

El segundo set no cambió de tónica (25-18). Argentina fue más y dominó el ritmo a placer. Mucho más con los saltos de Bianca Cugno, la dueña de las alturas. Con potentes disparos marcó 19 puntos (la goleadora del partido) y terminó de romper a la férrea defensa de las centroamericanas, que se desmoralizaron con el correr del partido. Poco y nada pudieron hacer frente a los remates cruzados que realizó la cordobesa.

La ofensiva se vio complementada con el dinamismo de Bianca Farriol. La central entró enchufadísima. A pura potencia, la jugadora de Olympiacos, de Grecia, fue la pieza elemental para fortalecer los bloqueos de Las Panteras. Así, se convirtió en la piedra en el zapato que frustró los avances dominicanos.

Peloso fue una de los puntos altos de Las Panteras. DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA

La ferocidad de Elina Rodríguez fue determinante para el curso del partido. La santafesina consolidó un tándem ofensivo con Farriol que demostró la eficacia necesaria para establecer el resultado. Mordió y sacó las garras en términos de panteras. “Muy contenta y muy agradecida. Vino un montón de gente. Nos hubiese gustado estar un poco más de tiempo para conocer y aprovechar un poco más de Tucumán. Pero estuvimos muy cómodas y la gente nos trató de 10. Está buenísimo que la gente nos muestre cariño dentro de la cancha”, dijo en diálogo con LA GACETA tras finalizar el encuentro.

La punta receptora dijo que el equipo se acomodó con el paso de los minutos. “Sabemos que el equipo se va acomodando a medida que juega. Esperamos nuestro momento para poder apretar con el saque y ahí se abre nuestro partido. Siento que esa es la clave del equipo”, comentó.

MEJOR JUGADORA. Bianca Cugno fue distinguida con el premio de LA GACETA DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA

Rodríguez, al ser una de las más experimentadas, comentó que la Selección está atravesando un recambio generacional, que poco a poco está asentándose. “Formamos un equipo joven, que viene creciendo a pasos agigantados. Es importante que empecemos a ganar rodaje. Tenemos que jugar porque para nosotras es muy importante”, indicó.

Candelaria Herrera, en tanto, se destacó por la potencia que mostró en cada una de las intervenciones. Mostró la capacidad suficiente para interpretar las debilidades de las dominicanas y explotar dicho factor.

El tercer set finalizó con un final feliz (25-12). El recambio no modificó la postura ofensiva de Las Panteras, lo que sentenció la historia de manera rápida.

El factor más importante para el público fueron las intervenciones de la tucumana Nicole Pérez. La punta-receptora, de 20 años, mostró sus cualidades en los minutos que tuvo en cancha y se llevó la ovación del público en uno de los puntos que marcó. Incluso, hubo un grupo de aficionados que llevó un cartel para demostrarle el apoyo de la provincia.

Dominicana, en tanto, no presentó resistencia. No entró en partido ni tuvo la agresividad suficiente para dar vuelta la historia. Así, la derrota no tardó en consumarse.

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“Fue una alegría ver cómo nos trataron y el esfuerzo que hizo la Federación para que vengamos a la provincia. Estamos muy agradecidos. La clave fue la paciencia. Logramos hacer la diferencia con el quiebre desde el saque y eso terminó haciendo que nos llevemos este triunfo. Lo hicieron muy bien las chicas. Tenemos que seguir trabajando. Pensar en los próximos amistosos para llegar de la mejor manera a la Copa Panamericana en México”, dijo el entrenador Facundo Morando.

Las Panteras se hicieron fuertes en la provincia. Ellas, y el público, esperan que la visita se repita lo más pronto posible.